Todas las empresas pasan por el proceso de contratación de nuevo personal, pues existen diferentes razones por las cuales hacerlo. Pueden enfrentarse a situaciones de renuncia, traslado de personal, jubilación, reorganización o situaciones donde el nuevo personal contratado está dirigido a apoyar departamentos o personal específico.
A pesar de ser un fenómeno que se da frecuentemente en las empresas, al momento de realizar nuevas contrataciones en puestos gerenciales o puestos de jefes de departamento y área, puede causar conflicto o incertidumbre en la empresa. El hecho de ser una persona nueva la que llega a tomar el mando a un departamento o área específica, no siempre es bienvenido, pues las reglas del juego pueden cambiar y poco a poco deben ser adoptadas.
Según Enrique Sánchez Pardo, empleado de una compañía de automóviles en España, “No es fácil cambiar el chip de un día para el otro. Mucho más si se llevan años trabajando bajo el mando de una misma persona. Uno va adquiriendo sus hábitos y su manera de trabajar y de repente, viene otra persona y todo lo cambia, lo hace a su manera y encima exige resultados a corto plazo”.
Como empleados actuales de la empresa, se debe entender que la persona que ejercerá el nuevo puesto de jefe, entra con muchos deseos de aportar su conocimiento y experiencia a la empresa. Como nuevo líder, busca aportar nuevas ideas, nuevos métodos de trabajo que puedan ayudar de manera positiva a la empresa y a las personas que forman parte de ella.
Al momento de su llegada, como compañero de trabajo, es importante brindarle el apoyo necesario para que pueda ejercer sus responsabilidades en la empresa.
- Propiciar una reunión inicial: En esta reunión podrán poner en común las formas en que se solía trabajar con el antiguo jefe y solicitarle al nuevo jefe que comparta un poco sobre su forma de trabajar para estar enterado sobre ambas modalidades de trabajo.
- Pulir el terreno de trabajo: Evita malos entendidos y recuerda que las reglas del juego han cambiado, por lo que si antes existían actividades que el equipo realizaba instintivamente, ahora deben retomarlo desde cero para que nadie del equipo se quede atrás.
- Encontrar la sinergia: en la etapa inicial del proceso quizás sea necesario algunas actividades de team building o actividades fuera de la oficina para bajar la tensión, para conocer un poco más al nuevo miembro del equipo y para enfocarse todos en una misma dirección.
- Fomentar la retroalimentación: Es necesario que la nueva persona al mando también sepa que lo que está aportando a la empresa está siendo aceptado de la mejor manera y que su equipo está aprendiendo de él.
La llegada de un nuevo jefe no debe ser vista con incertidumbre o como un problema, sino como una oportunidad tanto para la empresa, como para el equipo que va a dirigir, de realizar diferentes actividades que posteriormente beneficiarán todos en general. Es momento de aprender cosas nuevas y aportar a la empresa ideas que anteriormente quizás no eran aprobadas por el jefe anterior.
Autor: Tecoloco.com
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